Cómo tratar el dolor según su origen

Cuántas veces sentimos dolor y aunque  tomamos  analgésicos y/o antiinflamatorios, realizando correctamente el tratamiento pautado por nuestro médico, éste no remite. En otras ocasiones, aunque sí lo hace, los síntomas reaparecen al cabo de poco tiempo o en otras estructuras diferentes del cuerpo. 

El dolor persiste e inclusive aumenta impidiendo que realicemos nuestro trabajo y las actividades de nuestra vida diaria con mayor vitalidad y con mayor disfrute.

El dolor físico influye en nosotros y en nuestro entorno, hasta el punto que incide de forma negativa en nuestro estado de ánimo y en cómo nos relacionamos con nosotros mismos y los demás.

Clasificación del dolor en función de su origen

Para poder hacer una buena gestión del dolor, en el post de hoy,  hablamos de dos tipos de dolor en función de su origen: 


DOLOR DE TIPO INFLAMATORIO

DOLOR DE TIPO MECÁNICO

El enfoque del tratamiento cambia y habrán matices importantes a tener en cuenta.

Gestión y enfoque terapéutico en función de su origen

Es una explicación genérica sujeta  a la anamnesis, a la exploración y a la valoración  personal.

Dolor inflamatorio

El dolor de origen inflamatorio se manifiesta principalmente cuando estamos en reposo.

Por lo tanto, en la fase aguda recomendamos:

Reposo relativo en función de la lesión, pautado por tu médico junto con el tratamiento farmacológico adecuado

Para lidiar con el dolor podemos ayudar con:

  • Técnicas de relajación
  • La respiración 
  • El drenaje de la zona correspondiente
  • Crioterapia, si se tolera adecuadamente

En un principio, no abordar directamente la zona inflamada y trabajar reorganizativamente otras estructuras alejadas que influyen positivamente en la mejoría y remisión de los síntomas.

MUY IMPORTANTE: SIN DOLOR

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Cuando remite la inflamación desbloquear liberando tensiones crónicas y reorganizar la postura.

Dolor mecánico

El dolor de origen mecánico se manifiesta durante la actividad. 

Generalmente, donde duele no está la causa. El dolor es un síntoma, como la fiebre. Y aunque, evidentemente, hemos de disminuir y eliminar el dolor, tenemos que buscar la causa que lo provoca. Por eso,  si me duelen las lumbares, es adecuado y recomendable observar cómo trabaja mi columna dorsal y mis caderas, entre otras estructuras del cuerpo imprescindibles para un buen funcionamiento del mismo.

El sistema nervioso está organizando un uso inadecuado del cuerpo, perdiendo eficiencia y, generando desvitalización y dolor.

Recomendamos:

El tratamiento de fisioterapia adecuado para reorganizar el cuerpo, liberando tensiones innecesarias y aportando movilidad a las estructuras bloqueadas.

  • CREACIÓN DE NUEVOS PATRONES DE MOVIMIENTO MÁS EFICIENTES
  • REEDUCACIÓN POSTURAL INDIVIDUAL O EN GRUPO

Cuando hay dolor, tu cuerpo se comunica contigo. Algo no funciona adecuadamente. Obsérvalo sin forzarlo. Explora en qué momentos del día y en qué circunstancias aparece y/o se mantiene. Por lo tanto, trátalo con los cuidados que se merece. Sobretodo, trátalo sin dolor.


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Un saludo!!



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Tener una buena calidad de movimiento corporal, sin dolor, mejora indudablemente nuestra vida y para ello ponemos todo nuestro conocimiento y toda nuestra experiencia a tu disposición.

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