¿Te duelen las cervicales?
En el post de hoy recomendamos un sencillo ejercicio para aliviar el dolor de cervicales.
Uno de los motivos más frecuentes de consulta es el dolor cervical. Una posible causa del mismo es el exceso de movimiento de esta región de la columna vertebral frente al escaso uso de otras partes de la misma. Se generan contracciones musculares constantes durante un alto porcentaje del día, provocando inflamación y dolor.
Así que hoy os vamos a sugerir un sencillo ejercicio para relajar la zona cervical e invitar a la dorsal (muy importante) a moverse.
Recomendaciones
- Ponte cómodo/a
- Elimina las interferencias y tómate tu tiempo. Con 10 minutos será suficiente. Es más importante la calidad, que la cantidad.
- Básico es moverse sin dolor. Éste es un estímulo muy intenso que nubla cualquier otra sensación.
- Es muy importante no forzar el movimiento ni el cuerpo durante el desarrollo de esta pequeña práctica.
- Mantén tus dientes sueltos y tus labios flojos
- Y aunque parece absurdo, respira de forma fluida.
- No consiste en un estiramiento, ni pretendas convertirlo en ello. Evita rebotes y estirar forzando.
- Sobretodo, muévete lentamente para percibir mejor qué sientes durante el movimiento.
- Muy importante, presta atención y disfruta de sentir cómo te mueves.
Práctica
Siéntate al borde de una silla sin respaldo. A ser posible, que la cadera quede un poquitín por encima de la rodilla. | 1 |
Importante es sentarte sobre los isquiones y no sobre el coxis. Mantén tu pelvis tranquila, sin moverla del asiento. | 2 |
Posición Inicial
Coloca tus manos juntas cómo si fueras a rezar a la altura del pecho. Tus pulgares están orientados hacia el esternón y el resto de los dedos hacia el techo.
Tu nariz está conectada con tus dedos a través de una línea imaginaria.
Primero
Manteniendo intacta la línea imaginaria entre tu nariz y tus dedos:
- Gira tu pecho hacia tu derecha (por ejemplo) cinco o seis veces.
- Mantén tus isquiones apoyados en el asiento, sin modificar su posición.
- Las manos permanecen en contacto con tu pecho.
Segundo
Después de una breve pausa, manteniendo intacta la línea imaginaria entre tu nariz y tus dedos:
- Gira tu pecho hacia tu izquierda cinco o seis veces también.
- Mantén tus isquiones apoyados en el asiento, sin modificar su posición.
- Las manos permanecen en contacto con tu pecho.
Después de una breve pausa, manteniendo intacta la línea imaginaria entre tu nariz y tus dedos:
- Gira una vez hacia tu derecha y otra vez hacia tu izquierda, cinco o seis veces también.
- Mantén tus isquiones apoyados en el asiento, sin modificar su posición y también la de tus manos.
Descanso Final
¿Qué te ha parecido este ejercicio? ¿Te ha resultado sencillo? Pruébalo unos días y coméntanos cómo te ha ido…
Un saludo!!
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Tener una buena calidad de movimiento corporal, sin dolor, mejora indudablemente nuestra vida y para ello ponemos todo nuestro conocimiento y toda nuestra experiencia a tu disposición.
Institut Dinàmic