¿Cuánto tiempo hace que te mueves sin ritmo?
Te haces mayor y es fácil caer en la rutina de la vida, sin ofrecerle variación y ritmo. Esos hábitos que en un principio generaste para ahorrar energía y no tener que decidir, se han convertido en tu propia cárcel. Poco a poco tu mente, sin retos novedosos, se va estrechando. Al acomodarte dejas de aprender, de crecer. Tu cerebro se desvitaliza, falto de generosa y nueva información que te ofrezca la oportunidad de crear nuevos hábitos.
Lo único rutinario en la vida es el cambio. Todo es cambio. Desde que te levantas hasta que te vuelves a levantar. Es lo verdaderamente constante y repetitivo. Dentro de esta única rutina, tu vida quiere y necesita para prosperar, variedad, cambios…
Como ser dinámico que eres, con ritmo, necesitas experimentar movimientos novedosos con tu cuerpo para sentirte libre, sin dolor y limitaciones. Cuando aparece el dolor, tu cuerpo te indica que es necesario cambiar la manera cómo te mueves y te sostienes en el espacio.
Así que te invitamos a que varíes. Sugerimos que cambies la ruta que te conduce a tu trabajo. Levántate, si puedes, por el lado contrario de la cama. Lava tus dientes y come la fruta con la mano menos dominante. Haz aquello que te sea menos peligroso con tu mano menos audaz….Cositas, de eso se trata. Cositas que parecen menos y en realidad son más.
¿Cuándo dejaste de moverte con ritmo? ¿Cuándo frenaste ese juego dinámico al que un niño se resiste a renunciar?
¿Sientes dolor, rigidez…y eres esclavo de tus propios límites ….? Es muy valiosa la información que tu cuerpo te rebela. Te está diciendo que ha llegado el momento de recuperar tu ritmo perdido, de cambiar la manera en cómo te organizas y te mueves.
El movimiento natural del cuerpo que incluye todas sus partes, mejorando su relación con la fuerza de la gravedad, propone mejorar la organización corporal, ofreciendo una mayor libertad. El movimiento natural recupera la alineación vertical adecuada de todo el cuerpo y el ritmo de un movimiento armonioso y eficiente, generando un gasto energético adecuado.
Recupera el ritmo con la acción
En la línea de conseguir una espalda flexible, con ritmo, en la que tus músculos te muevan y tus huesos te sostenga adecuadamente, te proponemos el siguiente ejercicio. Es un movimiento simple. No por ello es menos eficaz, al contrario.
POSICIÓN DE PARTIDA:
- Tumbado boca arriba en el suelo sobre una manta o esterilla.
- Piernas estiradas manteniendo los pies ligeramente separados.
- Brazos a lo largo del cuerpo.
-Flexiona los tobillos en ángulo recto, dirigiendo los dedos de los pies hacia tu cabeza.
-Mantén tus talones apoyados en el suelo y aléjalos de tu cuerpo suave y lentamente. Acompáñalo de la respiración. Permite que tu espalda encuentre una manera de apoyarse en el suelo. Organiza tus tobillos para moverse libremente. Realízalo unas 10 / 15 repeticiones.
-Ahora coloca una toalla enrollada a modo de rodillo debajo de tu cuello. Lo justo de grueso para rellenar tu hueco cervical. Tus cervicales podrán descansar al ofrecerles un soporte seguro, abandonándose a su propio peso.
-Mantente sobre el rodillo, respira y repite los movimientos de tobillo y talón a un ritmo lento, permitiendo que tu organismo se reorganice y genere los cambios que precisas. Realiza 15 repeticiones.
-Retira el rodillo y siente qué sientes en tu cuerpo, tu columna respecto al suelo.
Un saludo!!
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Tener una buena calidad de movimiento corporal, sin dolor, mejora indudablemente nuestra vida y para ello ponemos todo nuestro conocimiento y toda nuestra experiencia a tu disposición.
Institut Dinàmic