No más culpables
Suceden cosas en el día a día que en muchas ocasiones nos disgustan, nos entristecen o nos provocan un miedo preocupante. A veces, son frases o comentarios realizados por terceros a los que culpabilizamos de las emociones propias que nos gustan poco.
”Todo el mundo es responsable, totalmente responsable de su propio ser y su conducta. Al principio, te resultará deprimente ser tú el responsable, porque siempre has pensado que querías ser feliz…¿Cómo vas a ser tú el responsable de tu infelicidad?. Tú siempre has querido estar en paz…¿Cómo vas a ponerte furioso tú solo? Y por eso echas la culpa a otro.”
Osho
«Conciencia»
Creemos que los demás son los responsables de nuestros estados de ánimo. Ahora, cuando nos damos cuenta de que ellos sólo propician la situación, dándonos la oportunidad de decidir enfadarnos , entristecernos…o no, alcanzamos un tipo de libertad que nos libera de mucha carga. Nos situamos en el centro de nuestra vida sin ser esclavo de las circunstancias.
La primera libertad que tienes como ser humano pasa por reconocer que el responsable de lo que piensas, sientes y haces eres tú. A partir de aquí, muchas cosas se hacen posible, incluido tu bienestar. Ya no hay culpables, sino responsable, que eres tú. Significa que tomas las riendas de tu persona y de tu vida, responsabilizándote de quién eres…
¿Cómo lo conseguimos?. Inyectando conciencia en nuestra vida. Estando presentes sin agarrarnos a las heridas del pasado que se crearon desde la inconsciencia y nos enfurecen, nos entristecen. Obsérvalas, contémplalas, míralas sin juzgar, con compasión, sin condenarlas, sin hacer nada. El pasado ocupa mucho espacio en tu interior, impidiendo que el presente tenga un lugar. El presente es conciencia. Y el futuro aún está por llegar.
Cuando más consciente eres, más fácilmente se curan las heridas. Encontrar la armonía entre tu interior y el contexto en el que te mueves, hace posible que recuperes tu equilibrio personal. Es necesario para vivir plenamente, en libertad.
Como persona poseemos un centro que es tu núcleo existencial, puro silencio, introspección. Conjuntamente, este centro se rodea de una periferia donde predomina el mundo material, externo. Ambas partes, opuestas entre sí, son necesarias para equilibrarnos. ¿ Por qué renunciar a alguna de ellas, si ambas suman lo que soy? Hay momentos para todo. Momentos para salir al mundo exterior, relacionarte, asumir retos, compartir. Y momentos para meditar, relajarte, descansar, recogerte en silencio en tu interior, en tu centro, en tus sensaciones…
Equilibrando lo interior con lo exterior, de esta unidad de polos opuestos, nace tu propio equilibrio y bienestar.
institut dinàmic
Fisioterapeutes
Un saludo!!
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